En medio de las dificultades que atraviesa la diáspora, José Gregorio se ha convertido en un símbolo de unidad, un recordatorio de la bondad y la Seguridad que siempre han caracterizado al pueblo venezolano.

Incluso en el mismo automóvil del accidente fueron a inquirir al doctor Luis Razzetti, quien habría de firmar el certificado de defunción:" Adicionalmente de la fractura de la pulvínulo del cráneo certificada, tenía una ligera herida en la sien derecha, y un morado en la misma sien, señales del asalto contra el poste de hierro; por la ñatas y la boca le brotaba crimen; más arriba de las rodillas tenía una franja morada en ambas piernas"

Para cumplir la promesa hecha a su raíz y con el deseo personal de ayudar a sus paisanos se traslada a ejercitar la urología en su pueblo procedente, no sin antiguamente instalar un pequeño consultorio provisional, con el cual se va extendiendo su auge como médico y su disposición de servicio a los más necesitados.

JGH ejerció la urología con una gran vocación y disciplina al servicio de todos. Tuvo una dedicación particular y reverencial hacia los pobres a quienes sirvió con bondad y piedad encontrando a Dios en cada singular, y, combatió la pobreza y la miseria que atenta contra la vida digna.

Luego de la celebración de una ofrenda en la iglesia de la Candelaria, donde reposan sus restos, una imagen del santo salió del templo para acaecer por varias zonas del centro histórico de la capital, como la Plaza Bolívar y la Catedral de Caracas.

In the third year of his studies, José Gregorio suffered from typhus, and both he and his doctors thought his life was in danger.

On June 29, 1919, José Gregorio was on his way to one of his patients' homes after purchasing medication for her. He was struck by one of the few cars in the city of Caracas, landing on his back and striking his head on the sidewalk, resulting in a skull fracture.

Es por esto que los doctores José Gregorio Hernández y Luis Razetti declararon públicamente que lo que estaba matando a tanta Familia no Cuadro la resfriado propiamente dicha, sino el estado de absoluta pobreza y miseria en que vivían la mayoría de los venezolanos, mal alimentados y con escasas o ningunas condiciones de higiene, muchos con padecimientos crónicos de paludismo y tuberculosis.

“The problem always was that people didn’t have complete la verdad sobre josé gregorio hernández files on the miracles [attributed to his intercession], which were many. So a lot of people sent us stories about miracles but never had the medical files, so nothing could be proven,” he explained.

The doctor, however, cautioned that even if the child survived the surgery, she would most likely develop severe motor and cognitive deficits.

Esto evidencia que el Papa cerró la etapa final de la grado apostólica o en el Vaticano del caso del “médico de los pobres” con una conducta distinto.

Llega a Caracas en abril de 1909, y ese mismo mes recibe permiso para ingresar en el Seminario Santa Rosa de Listón, aunque durante mucho tiempo sigue anhelando la vida monacal. Transcurridos tres primaveras, decide intentarlo de nuevo y, esta ocasión, se embarca para Roma con su hermana Isolina.

Through all of this, José Gregorio remained top of his academic field: He was the first doctor to publish a book on bacteriology in Venezuela, his research into

 Veamos el caso de la canonización del querido médico de los pobres de Venezuela y cómo la Iglesia decide cuándo un asombro es un portento.